Cuando se habla de este tema normalmente solo se piensa en el aspecto arquitectónico, pero se dejan de lado los beneficios que trae consigo el diseño inclusivo, tanto si se refiere al desarrollo de productos o diseño gráfico. Pues un fin característico de este tipo de diseño es proveer una mejor calidad de vida a todos, sin exclusión alguna. No obstante es cierto que frecuentemente la calidad de vida pareciera un derecho al que solo pudieran acceder aquellos sin discapacidad, además los usuarios jóvenes y saludables.
En ese orden de ideas este tipo de diseño tiene un enfoque que garantiza que los productos y servicios diseñados (valga la redundancia) suplan las necesidades de los ciudadanos de la manera más amplia posible, sin importar la edad o habilidad. Ahora bien, hay dos tendencias bien marcadas que actualmente impulsan el desarrollo de este tipo de diseño:
La primera es el envejecimiento de la población y la segunda el creciente deseo de integrar a las personas discapacitadas en la sociedad. A continuación se exponen las pautas principales del diseño inclusivo:
- Debe tener un uso justo: El diseño es útil y vendible a personas con capacidades diferentes;
- Flexibilidad de uso: El diseño se adapta a una amplia gama de preferencias y habilidades individuales;
- Simple e intuitivo: El uso del diseño es fácil de entender, independientemente de la experiencia del usuario, los conocimientos, habilidades lingüísticas o nivel de concentración.
- Información perceptible: El diseño comunica la información necesaria efectivamente al usuario, independiente de las capacidades sensoriales del usuario;
- Bajo Esfuerzo Físico: El diseño se puede utilizar de manera eficiente y cómoda y con un mínimo de fatiga
Algo que se debe tener presente siempre es que los adultos mayores y sujetos con algún tipo de discapacidad constituyen clientes potenciales, por lo cual obviarlos no es una opción. Aunque aún se piensa de forma equivocada que el diseño inclusivo representa únicamente una adaptación veloz del medio ambiente; por ejemplo la construcción de una rampa o la instalación de ascensores para las personas con discapacidad.
En ese sentido, es irónico que muchos diseñadores no tengan conocimiento de estos principios y crean que el buen diseño es solo aquel propio de las ferias internacionales de muebles, diseño gráfico y decoración. Sin embargo es claro, que esta toma de conciencia y de cambio hacia una sociedad inclusiva debe nacer de todos los segmentos de la sociedad, especialmente del Estado, el cual debe garantizar el derecho fundamental de todo ciudadano a ir y venir, independiente de su estado físico.
Así es preciso señalar los siguientes puntos, que se hacen imperativos para que exista un ambiente que permita el diseño inclusivo:
1 – Legislación
2 – estándar (normas)
3 – Inspecciones / autorregulación
4 – Más información sobre los fabricantes, los empresarios (beneficios fiscales, de inversión para las empresas que proyectan con el Diseño Inclusivo)
5 – Educación / Formación en Diseño Inclusivo en diversos campos del conocimiento (ergonomía, diseño gráfico, ingeniería, arquitectura, psicología, medicina)
6 – Premios y certificaciones / sellos “diseño inclusivo” en los productos o servicios, sistemas y construcciones
7 Más información para los consumidores (Diseño Inclusivo es un derecho del consumidor)
Fuente: https://www.porigualmas.org/articles/72/dise-o-inclusivo